La importancia de los ejercicios prácticos en los procesos de selección de oposiciones, especialmente en áreas tan sensibles y complejas como el trabajo social, no se puede subestimar. Las oposiciones tradicionales, centradas muchas veces en pruebas teóricas, tienden a evaluar únicamente el conocimiento memorístico de los candidatos, pero en profesiones como el trabajo social, se requiere algo más que una retención de conceptos. El trabajo social en su ejercicio profesional implica mucho más que esa memorización. Aquí, la habilidad de relacionar y aplicar temas de manera contextual y holística es esencial, ya que los problemas que enfrentan las personas y las familias son, casi siempre, multicausales.
El Trabajo Social en los procesos de oposición
El trabajo social no se limita a abordar problemas individuales en una única dimensión. Por el contrario, los profesionales de este campo deben enfrentarse a situaciones en las que las dificultades de los individuos y las familias están profundamente interconectadas, combinando factores económicos, sociales, psicológicos, educativos y de salud, entre otros. Por ejemplo, una familia que acude a servicios sociales de atención social primaria puede estar luchando simultáneamente con el desempleo, dificultades para acceder a servicios de salud, problemas de vivienda y dinámicas familiares conflictivas. Ignorar uno de estos aspectos podría derivar en una intervención insuficiente o ineficaz. Por eso, resulta imprescindible que los procesos selectivos de oposiciones no se queden en la superficie, evaluando solo lo que los aspirantes han sido capaces de memorizar. Se hace necesario, sobre todo en la selección de profesionales del trabajo social, implementar ejercicios que permitan a las personas opositoras demostrar su capacidad de análisis, su comprensión integral de las situaciones y su habilidad para proponer soluciones que respondan a la realidad multicausal de los problemas sociales.
Nuevo ejercicio en la oposición de Trabajo Social de Madrid
En este sentido, el segundo ejercicio de las oposiciones al cuerpo de trabajo social, que está orientado hacia la resolución de casos prácticos, es un acierto. Incorpora dos novedades:
- La elaboración de temas por composición.
- La defensa con posibilidad de abrir un diálogo con el tribunal.
Según la última convocatoria de oposiciones de Trabajo Social del Ayuntamiento de Madrid, las personas candidatas deben aplicar los conocimientos adquiridos en la resolución de situaciones concretas que simulan la realidad profesional. Este tipo de ejercicio no solo permite evaluar el conocimiento teórico, sino que también explora la capacidad de las aspirantes para integrar diversos enfoques y aplicar soluciones que aborden los múltiples factores implicados en una problemática social.
A través de este ejercicio práctico, el tribunal evaluador tiene la oportunidad de medir una competencia clave en el trabajo social: la capacidad para relacionar temas aparentemente desconectados, pero que en la vida real suelen entrelazarse de manera inseparable. Un buen profesional del trabajador social debe ser capaz de identificar y conectar problemas estructurales, como la falta de empleo, con factores personales, como los problemas de salud mental, y reconocer cómo ambos interactúan para afectar la vida de una persona o familia. Esta visión integral es fundamental, ya que las intervenciones fragmentadas o que solo se centran en un aspecto suelen fracasar o tener un impacto limitado.
Detección de habilidades esenciales en Trabajo Social
Además, este tipo de ejercicios permiten detectar habilidades esenciales en el trabajo social, como la empatía, el pensamiento crítico y la creatividad a la hora de buscar soluciones. Al enfrentarse a un caso práctico, las aspirantes no solo deben mostrar que conocen los procedimientos teóricos, sino que también son capaces de adaptarse a los matices de cada situación, identificando las prioridades y las posibles soluciones desde una perspectiva realista. Este enfoque práctico es un reflejo más cercano de lo que realmente ocurre en el día a día en el ejercicio del trabajo social en Servicios Sociales, donde los problemas rara vez se presentan de manera clara y sencilla.
Ejemplos de casos prácticos
Un caso práctico típico en el segundo ejercicio de una oposición de trabajo social podría plantear, por ejemplo, la intervención con una familia que ha sido desalojada de su vivienda, en la que uno de los miembros presenta problemas de salud mental, mientras que otro no puede encontrar empleo por falta de formación. En una situación así, el opositor debe ser capaz de evaluar no solo los recursos disponibles para abordar el desalojo, sino también cómo intervenir en la cuestión de la salud mental y cómo planificar una estrategia de reintegración laboral. La habilidad de conectar estas áreas de intervención es lo que hace efectivo a un trabajador social.
Además, este segundo ejercicio será leído posteriormente en sesión pública por el/la aspirante. El órgano de selección podrá abrir un diálogo con el/la opositor/a durante un tiempo máximo de quince minutos, que versará sobre los contenidos expuestos. Es decir, que además de presentar el tema, habrá que hacer una lectura pública y se podrá abrir un diálogo donde el tribunal pueda hacer preguntas o pedir reflexiones sobre el ejercicio planteado por la persona aspirante. Este tipo de pruebas claramente vuelve a enriquecer el proceso al tratarse de procesos que van mucho más allá de poner los conocimientos en el ejercicio. Este diálogo, las preguntas, la reflexión, los argumentos… todo en el ejercicio de relación de temas, permitiendo al tribunal conocer mucho más las competencias de las personas aspirantes.
Conclusión
Al incorporar este tipo de ejercicios en el proceso de selección, no solo se están evaluando los conocimientos de los candidatos, sino también su capacidad para pensar de manera crítica y multidimensional, una habilidad indispensable para abordar los problemas complejos y en constante cambio que caracterizan la práctica del trabajo social. El hecho de que el segundo ejercicio se centre en la resolución de casos reales es, por tanto, una medida muy acertada, ya que permite seleccionar a aquellas personas que no solo conocen la teoría, sino que también tienen la capacidad de llevarla a la práctica de manera efectiva.
Por ello, la inclusión de este tipo de pruebas debería ser una norma en las oposiciones de todas aquellas disciplinas que, como el trabajo social, exigen un enfoque multidimensional. Solo así se garantizará que quienes acceden a estos puestos no solo sean conocedores de la teoría, sino también profesionales capaces de enfrentar, con éxito, los desafíos que la vida les presenta a las personas y familias a las que servirán.
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Firmado: Alejandro López Pérez, StraSocial